NOSOTROS desde la novísima y antiquísima, antiilustrada, palpitante, trepidante, próximamente infamada, audaz, contraria al compromiso y a la componenda, beligerante, deslumbrante Revista EL VÓRTICE, PROCLAMAMOS con cantidades industriales de alipori, de pudor y de iliberalidad nuestro ANTIMANIFIESTO, aseverando con rontudidad y firmeza acerina y ductilidad acobrada que:
- Con certeza ya no hay nada que manifestar. Todo es pastiche. Todo es collage. Todo es patchwork. Todo es performance. Todo es refrito. Todo es remozo. Nihil novum sub sole. Nihil novum sub luna. Quien diga que hay algo por manifestar es un farsante genético o alguien muy poco instruido.
- Silencio de redonda.
- Hemos alcanzado un impasse, un cul-de-sac, un callejón sin salida. En los callejones sin salida sólo caben la colisión, la vuelta de 180º o tomar la ascendiente vertical para salvar el obstáculo.
- Bambarambam, bambam.
- Todo lo nuevo está podrido, todo lo rancio está lozano. Lo nuevo se disuelve en lo viejo. Lo viejo y lo nuevo deben volverse UNO. No hay nuevo sin viejo, lo bravamente antiguo dará luz a un nuevo nuevo. Del detritus de la rama seca brotará una nueva planta.
- ¡NO!
- El arte povera es el barroquismo de quienes HOY firman manifiestos. Desierto espiritual, desierto moral. Negamos que sea la nada, la nada se puede dignificar como categoría contraria al todo, lo que no es todo es nada. El desierto al que nos obligan es deleznable.
- Los ilustrados eran unos perfectos idiotas. Su mito del noble salvaje se resquebraja por la simple razón de que noble significa conocido y en sus salones esnifando rapé no conocían en absoluto de forma sensorial, tangible a su sujeto literario inventado.
- América y Europa somos los dos platillos de una balanza. Uno se mide en gramos y otro en arrobas, ambos quieren que el otro utilice la propia medida.
- Un conocido anarquista anhelaba el colapso de toda su civilización salvo por la 9ª Sinfonía de Beethoven. ¿Por qué no los cañones en La Batalla de Vitoria? Porque era un inconsecuente, como todo anarquista, como todo ilustrado.
- Hay demasiado de todo, de toda convulsión, de toda agitación, de todo pulso electromagnético, de toda transacción económica, de toda meditación, de todo automóvil retumbando con música horrible por las calles, de toda exhortación al silencio y al orden que no se tienen. Esto es malo y es bueno.
- Como antimanifestantes no nos manifestamos contra los que se manifiestan. Nos inhibimos de decir estupideces y chocarrerías.
- No lanzamos nuestro mensaje a las estrellas, bastante tienen con sostener su propia fuerza gravitatoria. Lo lanzamos a las ondas para nadie y esperamos que lo lean todos.
- No es el hombre, no es la humanidad. Es lo que está por encima de ella.
- ¡SÍ! Y no.
- Albergamos una fe resuelta en que no hay que tener fe en el hombre, el hombre no existe, sólo en su dimensión interpersonal. Quien esgrime al hombre es un manifestante y un embustero.
- Todo ha muerto de nuevo. Todo ha vivido por viejo.
- El solipsismo debe perecer. ¡No al yo GREGARIO!
- La máquina separa, no une. Hay que domarla.
- Contemplamos el futuro con indiferencia, porque el futuro no existe. ¡Basta de escapismo divisor!
- No hay heroicidad en lo que hacemos. Menos todavía en aquellos que se dedican a pergeñar manifiestos.
- Si la libertad es hermana gemela de la formalidad, los decimonónicos eran inmensamente más libres que nosotros.
- Trrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
- Páter Saturno nos devora. ¡Vivimos pendientes del trozo de metal!
- Silencio de blanca.
- Disentir es amar.
- Veremos cosas que nos helarán el chip.
- Nunca y siempre acataremos el antimanifiesto. El antimanifiesto podría considerarse un manifiesto y eso es inaceptable.
- Sólo es libre el que es lo suficiente espabilado como para reírse de los manifiestos.
- El cobarde y acomodaticio que censura a otro cobarde y acomodaticio es la cruda realidad de nuestros días.
- La disciplina es buena y es mala.
- Veremos carruajes de kevlar tirados por corceles de fibra de carbono.
- Mis cojones 33 (expresión masónica).
- Todo ácrata aspira a un orden descontrolado, todo burócrata aspira a un desorden controlado. El manifestante ambiciona absorber a ambos.
- El ciclo burgués-proletario no ha sido sino una gran manifestación, una continua performance que ha quedado completamente desfondada. El antimanifiesto está en contra de los malos actores desertores del drama.
- Sin embargo, no siempre ser desertor es malo. Desertar de la tentación de manifestarse es de hecho muy bueno.
- Quien idolatra la tecnología será puntero en estar desfasado mañana, el que la ignora estará a la vanguardia de ser engañado hoy.
- El antimanifiesto es como un diseño geométrico romano. Siendo completamente plano, simula ser un poliedro.
- Quien mira demasiado al cielo o a las pantallas está inerme ante los que le quieren afanar sus pertenencias.
- Valete.